Desde el domingo 14, Shakira está instalada en La Colorada, su chacra marítima ubicada a dos kilómetros de José Ignacio. Ese es el refugio donde la estrella encuentra la paz y la tranquilidad necesaria luego de su intensa actividad. Esta vez, la popular cantante decidió hacer un pacto con la prensa: ofreció una sesión de fotografías de siete minutos, sin preguntas, a cambio de que los paparazzis la dejaran tranquila por el resto de su estadía en Uruguay. Y así fue. Luego que llegó a la chacra su novio, Antonito de la Rúa, los fotógrafos fueron autorizados a ingresar y a fotografiar a la pareja que ofreció un pequeño show jugando con los perros, agarrándose de las manos y sonriendo.
Pidiendo paz y tranquilidad para el resto de su estadía en Uruguay, Shakira planteó un pacto a través de su agencia de prensa en Buenos Aires y se dejó fotografiar durante siete minutos en los jardines de "La Colorada", su chacra marítima a dos kilómetros de José Ignacio.
Esta sesión, breve pero nada improvisada, desveló durante dos días a sus representantes, así como a un puñado de fotógrafos, cronistas y editores de diarios y revistas de Montevideo y Buenos Aires.
En el portón de la chacra, los cronistas fueron invitados a permanecer allí porque no había oportunidad para preguntas.
Antonito de la Rúa llegó en su Suzuki Vitara negra con chapa de Punta del Este y minutos después los fotógrafos fueron autorizados a pasar al lugar desde donde podrían captar junto a su novio a la estrella pop colombiana, que hace algunos días compartió la mesa con su colega del sello discográfico Epic, Madonna.
"Mona" y "Don Ramón" se llaman los perros con los que la pareja jugueteó durante algunos minutos. Ella estaba vestida con una musculosa negra semitransparente sobre un corpiño del mismo color, jeans negros, botas marrones y sombrero de cuero del mismo color. Antonito mostraba poco entusiasmo por la situación. Con una camiseta negra de manga larga y vaqueros, no se sacó los lentes oscuros mientras ella lo tomaba de la mano, se reía y lo abrazaba.
Luego del pequeño show, la pareja volvió a entrar a la residencia por la misma puerta de la terraza por la que había salido. Desde allí hay una hermosa vista de una pequeña laguna y de los campos que rodean la península de José Ignacio.
A diferencia de su anterior visita, hace un año, Shakira sólo aceptó posar junto a su pareja en la puerta de su chacra. En noviembre de 2007, Shakira recibió a El País en el viejo galpón reciclado a nuevo como estudio de grabación, adonde concedió una extensa entrevista en la que se refirió a varios temas, entre ellos su pasión por Juana de Ibarbourou, a la que calificó como una de sus musas y para negar boda con el hijo del ex presidente argentino. Shakira está instalada en el Este desde el domingo.