FESTIVAL ALAS: MUSICA SOCIAL Sorpresas por doquier. Así comenzó el Festival Alas, en beneficio a los niños carenciados de América Latina. Sin anuncio previo, Rosal, No Lo Soporto y Airbag comenzaron la jornada, que enseguida se calentó con el breve set de los Ratones Paranoicos y Pedro Aznar, que con sus versiones de “Para siempre” y “Tu amor”, respectivamente, empezaron a levantar a la audiencia.
La aparición de Paulina Rubio, y su sex appeal evidenciado en su diminuto y glamoroso vestido, significó el delirio colectivo ante una seguidilla de éxitos pop radiales. No faltó la versión en solitario de “Nada fue un error”, de Coti Sorokín, popularmente conocida por la interpretación a trío junto a Julieta Venegas.
Y tras un set solo piano de Alejandro Lerner, en el que no faltaron las obvias “Volver a empezar” y “Todo a pulmón” (coreadas por la multitud, como no podía ser de otra forma), Jorge Drexler se apoderó del escenario. El uruguayo arrancó con una toma a capella de “Al otro lado del río” (la canción que le valió el Oscar), para luego arremeter con su puesta al día de la canción ciudadana rioplatense. La aparición de un niño liderando una murga de pura cepa montevideana fue el clímax y el final de su concierto.
Tal como estaba anunciado, a las 18:55 Fito Páez arrancó, acompañado por los Coki y los Killer Burritos como banda de apoyo, con una versión reggae de “La ciudad de los pibes sin calma” (similar a la que tocó en el 10° aniversario de RS) , para luego desempolvar “Lejos en Berlín” y “Taquicardia”, hiper rockeras las dos. Fue entonces cuando dijo: “No voy a presentar a nadie que no conozcan. Buenos Aires: con ustedes, el maravilloso Gustavo Cerati”. El Soda le retribuyó un “Fito, ¿estás listo para el crimen?”, para a continuación ejecutar el homónimo tema de su carrera solista. Le siguió “Gente sin swing” del rosarino y “Puente” de Cerati (“Mejor que un tren bala”, ironizó Gus). El final fue, como no podía ser de otra forma, “Ciudad de pobres corazones”. Conmovía ver a Cerati reformar la canción y cantar “No me verán arrodillado” y también movilizó el solo de guitarra a lo Robert Fripp del mismo Gustavo, que puso punto final a uno de los más altos momentos de la noche. Una unión cuyo antecedente es “Nuestro Vietnam”del disco Nadie sale vivo de aquí de Andrés Calamaro, que los encontró a ambos entonando junto con el Cantante ese tema.
Con “Corazón partío”, Alejandro Sanz dio inicio a su participación en este Festival solidario. Enseguida, la aparición de René de Calle 13 para rapear en “La peleíta”, enloqueció literalmente a la totalidad del público femenino que a partir de ese instante corearía de punta a punta los hits “Mi soledad y yo” y “Amiga mía”. En “
Te lo agradezco pero no”,
Shakira subió al escenario por primera vez en la noche y cantó a dúo con el español, justo antes de que se produjera el momento más esperado: la transmisión en simultáneo del recital en el Zócalo del DF mexicano, para la cual se sumaron la mayor parte de las figuras del Festival en los dos países. Así, y ante una lluvia de papelitos, tanto aquí como allá los músicos se desplazaron hacia los extremos de las pasarelas, y jugaron a saludarse en dúplex, mientras sonaban los acordes de “
No es lo mismo”, con una letra adaptada para la ocasión.
Como siempre, Calle 13 movilizó a las masas, haciendo bailar a todos tema tras tema. Con Residente, en cueros como es habitual, animando la fiesta, no faltaron las declaraciones a favor de la causa del Festival, en contra de “aquellos que te roban lo que es tuyo” y un abucheo para el “peor presidente de los Estados Unidos: George W. Bush” en el comienzo de “Pal norte”. Martín de Bajofondo agregó su bandoneón a “Tango del pecado”, que incluyó una excelente e histriónica interpretación por parte de PG13, y la formación de La Chilinga subió para un final efusivo, de una música tan inclasificable a la que el rótulo “reggaeton” le queda chico.
Shakira cerró el festival, con un recital que largo con todo y que jamás decayó en cuanto a intensidad. Después de “
Ciega sordomuda” e “
Inevitable”, Ale Sanz volvió a presentarse para “
La tortura”, siendo el primero de los tantos invitados que acompañaron a la colombiana. Mercedes Sosa y Pedro Aznar se sumaron para un cover de “
La maza” en el que, por supuesto, La Negra marcó los tiempos y las formas. Sin solución de continuidad vino “
Hips don’t lie”, con el inevitable meneadito plástico de su cuerpo, a dúo con su tecladista. Y acto seguido, Gustavo Cerati hizo su aparición (cambio de vestuario incluido) para hacer “
En la ciudad de la furia” con Shak limitándose a hacer la segunda voz, para el final del festival. “Esta noche empezamos, y no vamos a parar”, dijo la cantante antes de retirarse de escena. Que así sea.
Fuente:
Rolling Stones ArgentinaEdición y textos: Pablo Strozza
Producción y textos: Yamila Trautman
Foto: Ignacio Arnedo